Las nuevas teconologías de la Información y de la comunicación (TIC) han evolucionado espectacularmente en los últimos años, debido especialmente a la capacidad de interconexion a través de la red. Esta nueva fase de desarrollo va a tener gran impacto en la organización de la enseñanza y el proceso de aprendizaje.
La escuela Nº24 D.E 4 comenzó a sumarse a este desafío porque creemos que el aprendizaje a lo largo de la vida no solo ha de ofrecer más oportunidades de formación sino también ha de generar una conciencia y motivación para aprender.
Educarse para la comunicación ya no es sumar contenidos, sino es conocer nuevos medios para la comunicación entre personas.
Observando, escuchando y participando (en los tiempos en los que la escuela lo permite) me llevó al recuerdo de la comunicación a través del tiempo y su evolución:
La carta: fue emoción en las familias, era como tener al otro con su presencia: entre los padres, de los hijos a los padres, abuelos, aquel familiar o conocido que vivía muy lejos (en otros paises) y las de amor: cuantas mejillas se transformaban de color con sólo saber si el que la recibía era mamá o papá, los abuelos o tías/os solterones (como se los llamaba en esa época) solían ser cómplices.
Ésta tenia un valor afectivo muy fuerte, en la actualidad perdió vigencia, a excepción de la carta documento. Pero existe el e-mail...
El telégrafo, el teléfono, éste último ocupó el lugar de fuerte presencia familiar y del romance (se hablaba a escondidas y con un tono de voz especial), cuántas madres les hubierea gustado tener una audición de mayor potencia.
LLega el más íntimo, el teléfono celular (con sus códifos juveniles en el mensaje de texto), la computadora, internet y con ésta los adultos perdieron el control de sus hijos en el uso de las web, blogs y fotologs, youtube, facebook y tantos otros que debe haber.
¿Qué debe hacer la escuela, con todos estos avances tecnológicos? ¿Cerrarse, no hablar de éstos avances, no usarlos en la escuela? Nada de eso, las escuelas tienen la obligación de enseñar el uso de todo lo nuevo, para que los alumnos conozcan ventajas, buen uso, con qué utilizarlos y los riesgos, es decir: crear pautas, reglas claras para potenciar el aprendizaje y el conocimiento.
¡A trabajar sin miedos!
La escuela Nº24 D.E 4 comenzó a sumarse a este desafío porque creemos que el aprendizaje a lo largo de la vida no solo ha de ofrecer más oportunidades de formación sino también ha de generar una conciencia y motivación para aprender.
Educarse para la comunicación ya no es sumar contenidos, sino es conocer nuevos medios para la comunicación entre personas.
Observando, escuchando y participando (en los tiempos en los que la escuela lo permite) me llevó al recuerdo de la comunicación a través del tiempo y su evolución:
La carta: fue emoción en las familias, era como tener al otro con su presencia: entre los padres, de los hijos a los padres, abuelos, aquel familiar o conocido que vivía muy lejos (en otros paises) y las de amor: cuantas mejillas se transformaban de color con sólo saber si el que la recibía era mamá o papá, los abuelos o tías/os solterones (como se los llamaba en esa época) solían ser cómplices.
Ésta tenia un valor afectivo muy fuerte, en la actualidad perdió vigencia, a excepción de la carta documento. Pero existe el e-mail...
El telégrafo, el teléfono, éste último ocupó el lugar de fuerte presencia familiar y del romance (se hablaba a escondidas y con un tono de voz especial), cuántas madres les hubierea gustado tener una audición de mayor potencia.
LLega el más íntimo, el teléfono celular (con sus códifos juveniles en el mensaje de texto), la computadora, internet y con ésta los adultos perdieron el control de sus hijos en el uso de las web, blogs y fotologs, youtube, facebook y tantos otros que debe haber.
¿Qué debe hacer la escuela, con todos estos avances tecnológicos? ¿Cerrarse, no hablar de éstos avances, no usarlos en la escuela? Nada de eso, las escuelas tienen la obligación de enseñar el uso de todo lo nuevo, para que los alumnos conozcan ventajas, buen uso, con qué utilizarlos y los riesgos, es decir: crear pautas, reglas claras para potenciar el aprendizaje y el conocimiento.
¡A trabajar sin miedos!
